Todos conocemos de sobra las infinitas bondades de la fotografía pero siempre o casi siempre circunscritas únicamente a nuestro ámbito personal. Hoy os traigo un bonito proyecto con el que me acabo de cruzar, inmerso en una de mis maratonianas sesiones de lectura fotográfica y os lo traigo porque sois muchos los que nos seguís cada día y podréis colaborar con él.
Proyecto Infancia es el nombre de esta obra social ideada y coordinada por el fotógrafo José Mogrol que tiene como objetivo acercar la fotografía a los niños que viven en comunidades desfavorecidas como medio de entretenimiento, educación y cultura. Imparten talleres que abarcan desde la propia toma fotográfica hasta la edición de las imágenes que luego son expuestas y compartidas con el resto de la comunidad.
Es una bella manera de por un lado abstraer a la infancia de unas condiciones de vida delicadas y por otro de inculcarles, en la medida de lo posible, una sensibilidad para con la fotografía ¿y por qué no? el arte en general, además de ponerlos en contacto con la realidad de otros niños mediante el intercambio de las fotografías. Los talleres se han impartido ya a lo largo y ancho de todo el mundo ya que si bien el primero de ellos tuvo lugar en Chile la iniciativa se ha extendido hasta lugares más remotos como Kosovo o Argelia y con la intención de que los talleres y las localizaciones sigan creciendo.
Cualquiera que lo desee puede colaborar con el Proyecto Infancia ya sea con una pequeña donación, cediendo esas viejas cámaras compactas de película que tenemos olvidadas en casa o incluso impartiendo talleres. Muchas son las instituciones que se han sumado a la causa y que ya colaboran con el proyecto, entre ellas la prestigiosa escuela de fotografía EFTI. Os dejo con una breve muestra del mundo fotografiado por los ojos de un niño.
